POLVO EXFOLIANTE.

- Un exfoliante mecánico que actúa en superficie:

4 polvos naturales seleccionados para su eficacia, a la vez que son respetuosos con la piel.

El activo principal:

Agua granítica de los Pirineos.

Los activos complementarios:

Una alianza de polvos:

- Polvo de pino: exfolia de manera mecánica la superficie de la piel para alisarla y darle luminosidad.

- Polvo de arcilla blanca: detoxifica las impurezas.

- Polvo de roca: matifica, acción antibrillos.

- Estructura galénica de excepción:

Fórmula anhidra, sin agua, para una eficacia total, mayor que la de una exfoliante convencional en crema (sobreconcentración de polvos sin diluir), y una tolerancia óptima (sin conservantes).

La formulación

El maestro-formulador ha creado una formula seca, sin agua*. El polvo de pino, rugoso al tacto, esta arropado por los otros polvos, para que este ensamblaje se deslice suavemente sobre la piel sin hacerle daño jamás. La piel se transforma inmediatamente.

*99% de polvos secos y 1% de agua, lo que permite la transformación del polvo en un exfoliante que se aplica sobre el rostro.

- Acabado de piel nueva inmediato:

El relieve cutáneo se afina, los poros se cierran, el tono se homogeniza y está más luminoso. Al tacto la piel tiene una suavidad sublime. Perfectamente limpia, sin células muertas, sin micropigmentos de maquillaje y sin contaminación, la piel está más lisa.

Polvo de una blancura inmaculada y de una fineza extrema, que se transforma en una espuma fina al masajearla con agua. Notas olfativas frescas de flores blancas, jazmín y muguet.

1. Humedecer ligeramente las palmas de las manos, antes de verter en ellas 3 ó 4 golpes de salero.

2. Repartir el polvo entre las manos con la ayuda del dedo índice con movimientos circulares.

3. Masajear delicadamente con las yemas de los dedos, con la ayuda de gestos circulares sobre todo el rostro, siempre del interior hacia el exterior, para evitar el amontonamiento de los restos de células muertas y toxinas.

4. Aclarar con agua.

Truco: como mascarilla antibrillo, en seco.

Depositar 2 golpes de salero sobre un disco de algodón seco, después de utilizar el algodón a modo de borlita con el fin de empolvar la zona T. Dejar actuar unos minutos para que el sebo se absorba. Retirar el polvo con un algodón húmedo o aclararlo con agua.

Evitar el contacto con los ojos.